sábado, 4 de mayo de 2013

Disculpe señor tiempo, me dijeron que usted lo cura todo.

Lo vi y entre en paro cardíaco  No esperaba encontrármelo en ese instante. Lo reconocí. Bueno, era imposible no hacerlo. Hay muchas cosas y personas que con el paso del tiempo cambian pero él no experimento ningún cambio. Seguía con su gran sonrisa y su manera de andar tan peculiar entre otras cosas. Verlo me condujo a volver a revivir todo lo que paso con él. ¡Bendita y estúpida adolescencia! Ahora cuando lo recuerdo todo me siento muy estúpida. ¡Qué cría fui! Seguimos a varios metros de distancia y, la verdad, dudo que me haya reconocido. Bueno no vayáis a pensar que soy una top model o algo por el estilo porque, más bien es al contrario. Soy el error personificado pero eso es otro tema. Gira la cabeza y de repente sus ojos se posan en mi. ¡Zas! Me reconoció. Le note en la mirada que me reconoció. Siempre me resulto fácil saber como se sentía. Lo conozco como la palma de mi mano. A él también se le han venido todos los recuerdos a la cabeza. Seguimos caminando hacia adelante. Se me pasa por la cabeza cambiar mi rumbo en incontables ocasiones pero me digo a mi misma que lo tengo que asumir. Asumir que estamos en la misma calle, a la misma hora y que ahora mismo no puedo hacer más que pasar a su lado y saludarle. Nos separan tres metros. Tres putos metros y sonríe. Sí, desde que la vida nos separo le he echado de menos. Yo me muero de ganas de darle un abrazo y de saber cómo le trata la vida. Le miro a los ojos. Ya no hay distancia. Intercambiamos un sincero saludo y dos besos. Uno en cada mejilla. Ambos estamos sorprendidos por el encuentro. Adoraría saber que tal le va todo. Saber si termino haciendo lo que tanto adoraba y seguro que sigue adorando. Intercambios teléfonos y la típica frase de 'te llamo o me llamas y quedamos para tomar un café y ponernos al día'. Ambos sabemos que ese momento nunca llegará. No porque no queramos sino porque esta fuera de lugar. Nuestro tiempo paso. Ahora tenemos que seguir con nuestras vidas, seguir adelante. Seguir sonriendo a pesar de que los recuerdos con él cada día pesan más. 


domingo, 28 de abril de 2013

Que no me hablen de amor si no vieron tu sonrisa antes.



Es curioso como siempre consigues sacarme una sonrisa a pesar de que tenga un mal día o este enfadada, llegas tú y sin decir absolutamente nada, tan solo me miras y me sonríes y sin pensarlo sonrio. Hacía mucho tiempo quizás demasiado que nadie conseguía que volviera a tener ganas de vivir, de seguir adelante, de disfrutar de las pequeñas cosas que tiene la vida hasta que llegaste tu y todo cambio. Fuiste capaz de derrumbar el muro, que me separaba del mundo, conseguiste que viera las cosas de otra manera, que empezara a confiar en mí y por supuesto en ti.
Me encanta pensar que puede haber “un siempre”, aunque  el siempre tan solo sea un continuo “por ahora” Pero no te haces una idea de lo mucho que me gusta este “por ahora”.