viernes, 22 de febrero de 2013

Todo por unos labios que curen las heridas de los mios.

Me encantaría estar contigo ahora apoyada sobre ti, sentados en el sofá, mirando hacía la chimenea mientras fuera esta diluviando y hace un frío horroroso. Acurrucada en ti; tapados con una manta mientras me acaricias el pelo y yo te agarra la otra mano. ¿Sabes? Seria lo mejor. Tenerte a mi lado. Tenerte a cada segundo. Ver tu sonrisa. Pf, tu sonrisa. Se me ponen los pelos de puta cuando la recuerdo. Es preciosa. Yo quiero tener todo el día pegado a mi. Todo el día dándote abrazos y besos. Diciéndote que...que los días grises no existen a tu lado. Que tu eres mi alegría y que contigo le doy puesta a la melancolía. Besarte mientras te acaricio el pelo es una sensación fantástica  Decirte a dos centímetros de tu boca que eres lo mejor que me ha pasado con una sonrisa en los labios hace que me sienta bien y viva. Pero luego, llega la hora de echarte de menos. Entro en los días en los que se basan en una puta escala de grises. Y llego al momento en el que pienso que quererte duele más de lo que debería pero sé que es porque te echo de menos, porque no puedo estar sin ti y sin tus abrazos. Porque los días sin ti se hacen largos. Porque los días van a seguir siendo largos mientras tu no estés aquí. Después de todo, sigo soñando. 

jueves, 21 de febrero de 2013

Quizás sea difícil de explicar.



Hoy es uno de esos días en los que mejor no haber nacido.
De esos que piensas que no tienes nada, y que lo poco que tienes lo estás perdiendo, quizás porque te comportas como una imbecil, pero lo siento, es lo que me dice el corazón.
Siempre he intentado seguir los dictados del corazón, sé que me comporto como una puta mierda, quizás eso es lo que soy, y no hay más...
Pero creo que solo me protejo a mi misma. Porque si me comporto así es para no herirme, para envolver mi corazón en hierro macizo, para no recibir más heridas que no sé si algún día podré curar.
Quizás nunca lo entienda nadie... pero yo sé lo que hago, quizas no hay razón existente. Pero por dentro hay demasiadas razones que no se pueden explicar con palabras.
Llámame egoísta.
Pero hay personas que se hartan de dar y no recibir.
Se hartan de hablar y no ser escuchada.
Se hartan de andar sin rumbo...

Promesas.

Las promesas se hicieron para cumplirlas, no para decirlas por decir. Si lo prometes lo tenes que cumplir, no decir por decir. A veces solemos prometer cambiar y no lo hacemos, a veces decimos cosas que vamos hacer, y luego no lo hacemos, y después tarde nos damos cuenta. Somos imperfecto, pero cuando se hace una promesa hay que cumplirla. Si prometes algo, hazlo. No lo digas por decir. Cuando prometes algo, no dejes que las palabras se las lleve el viento.

martes, 19 de febrero de 2013

Eh princesa, no me vengas triste, que te reviento a sonrisas.

Y si todo sale mal el infinito ya se encargará. Cuando no puedas más, recuerda que los aviones se elevan contra el viento, que después de la tormenta siempre, siempre llega la calma. Recuerda que habrá gente que haga lo imposible para verte sonreír. También habrá gente que hará lo imposible para dañarte, que les follen si te fallan. Poco a poco vas siendo mas insensible, valorarás lo imprescindible e ignorarás lo superficial, te darás cuenta que en aquellas cosas a las que no prestaste tanta atención están los mejores recuerdos. Tienes que saber que 'tu sonrisa vale millones'. Y si te hicieron daño, ya lo curaran los años y lo aliviaran otros labios, nunca necesitamos a alguien que no nos necesita a nosotros. Haz lo que desees, alcanza tus metas, cumple tus sueños, todo se puede lograr siempre que se pueda soñar, y no pases toda tu vida pidiéndole el mismo deseo a todas tus pestañas. Después de todo solo se vive una vez, la vida son dos días y el primero ya fue ayer. Recuerda: no se trata de sonreír, se trata de disfrutar de cada sonrisa.

lunes, 18 de febrero de 2013

Cuando el dolor vence, el corazón cierra sus puertas.



Muchas opiniones y todas tan distintas. Me hablan acerca de mi error, acerca de nuestras oportunidades y de la fugacidad de la vida. Me piden que salte este obstáculo y que miré de cada a un futuro que se tuerce incierto, duro e inequívocamente fortuito.
No quiero equivocarme en mis pasos y tampoco pretendo retractarme sobre ellos. Hay que ser dura con las decisiones, sin titubeos y sin delirios mentales.
Te quiero y también te echo de menos. No creas que es fácil replantearse nuevas metas en el camino. Más aún si son metas en las que no estás tú.
Se acabaron las ilusiones y se acabó la magia, me dicen. ¿Y quiénes son ellos para marcar los latidos de mi corazón? Es mi lucha y la conseguiré sola, mejor que mal acompañada. No tengo miedo a enfrentarme a lo que venga por delante, ni miedo a perderte siquiera. 
He aprendido que solo puedes llorar cuando nadie esté delante para verte. 

domingo, 17 de febrero de 2013

El Amor.

Da miedo sentirlo, pero a la vez es una de las mejores sensaciones que te puede ofrecer esta vida. Son altibajos un día estás arriba y al siguiente abajo. Es algo que te pone los bellos de punta, que te hace sonreír como una tonta, que te atrapa y no te deja pensar en nada más. Es algo que cuando sientes a veces odias y otras simplemente te encanta. Pero cuando pasa el tiempo y por varias razones de la vida se va… al cabo del tiempo queda un vacio muy grande, no sabes cómo llenar ese hueco enorme que dejó. Cuesta trabajo superarlo y a la vez confiar de nuevo en él. Pero si una cosa tengo clara, es que sin él no somos nada.


Hola, venía a decirte que se acabó. Que no quiero saber más de ti. 
Ya me has entretenido bastante y me cansé de ti. 
También quería decirte que nunca te he querido, todo era mentira. 
Simplemente te ilusionaba para luego verte caer.
Ahora tú estarás mal, llorando con tus amigas, diciendo que todos somos iguales. 
Yo, yo estaré con otra, diciéndola te quiero, mintiendo.
Haciéndola creer que es la mejor, que vale más que nadie. 
Cuando en realidad lo único que quiero es pasar el rato.
¿Sabes lo mejor? Que a mi todo esto me da igual. Pero a ti no.
A ti te importa porque me querías, pero ya ves, así son las cosas.
Todas las promesas se esfumaron, simplemente quería que me creyeras, 
que creyeras que todo era perfecto, incluso tú.
Y que creyeras que esto no tendría final.
Y luego, cuando creas que me has olvidado, volveré. Volveré a tu vida y 
te darás cuenta de que me sigues queriendo como el primer día.

Pero tranquila, que no avisaré. Será un día, así, de repente.
Cuando creas que todo vaya bien.
Y entonces volverás a echarme de menos.