Querer y no poder.

Nunca llegaste a pensar que las cosas pudieran llegar a ser así. Que el destino te llevase hasta la peor de las situaciones. Que todo te llevase a cruzarte en su camino. Y lo peor, que por unas cosas o por otras, sabes que aunque quieras, no puedes. Que lo único que puedes hacer es sacarte la idea de la cabeza, y lo intentas, incluso lo llegas a conseguir, o eso crees, porque entonces vuelves a recordar, volveis a hablar, y os volveis a ver, disimulas, pero no puedes evitar mirar y pensar en hablar, en reiros una vez más juntos, en poder estar a su lado sin importar donde o como...y es que es verle y perderte, que te hable y que un ejercito de mariposas te recorra por dentro y contestar entre risas, muriendote de vergüenza, para, más tarde, arrepentirte y comerte la cabeza pensando en lo que pensará de ti, aunque, en realidad, sabes que pasa completamente de ti, y que tú deberías hacer lo mismo, porque solo estás perdiendo el tiempo, pensando en algo que nunca más ocurrirá.

Y de nuevo, tú.

Olvida mis ojos,mi rostro,mi pelo y olvidame. A mí. En general.Olvida también nuestras conversaciones,haz
que se desvanezcan y se conviertan en ecos. Olvida los sentimientos,pierdeme entre el humo de un cigarrillo. O encuentrame de la peor manera en el fondo de una botella de vodka.
Pero,permiteme decirte que podías haberme querido mejor. Quizá soy algo así como tu mayor fracaso. O resulté siendo todo lo contrario a tus expectativas. Quizá yo soy la culpable. Siguiendo sin entender que busques en otros ojos,los míos. Que te pierdan más unas caderas que un corazón. Que construyas distancias. Y que estas me parezcan abismos aunque haya dicho miles de veces que ya no creas ninguna reacción en mí. Pero en mi memoria puedo recordarte de una forma tan tangible que de pronto todas las cicatrices se pueden volver a abrir. Tanto que ni los buenos momentos las consiguen cerrar.
Ahora todo es como un vacío profundo. Un silencio que grita y daña. Un daño irreparable. Un sentimiento infumable. Sentirse solo en una habitación llena de gente. Buscar cariño entre copas y caricias frías. Encontrarte en multitudes. Y estar en el borde gritándote que te odio. Aunque me muera por que regreses.

Tengo un romance eterno con tu recuerdo.

Pienso, pienso que cuando todo está acabado, simplemente vuelve y fantaseas ¿Sabes? Es como un caleidoscopio de recuerdos, todo simplemente vuelve, pero él nunca lo hace. Pienso que parte de mí supo en el segundo en que lo vi, que esto sucedería. En realidad, no es nada de lo que dijo, ni nada de lo que hizo. Fue el sentimiento que vino con él. Y lo loco de esto es que no sé cuando me voy a volver a sentir de esta manera de nuevo, pero no sé si debería. Sabía que su mundo se movía demasiado rápido, y se quemaba demasiado brillante... Pero yo sólo pensé: ¿Cómo puede el diablo estar delante tuyo como alguien que parece un ángel cuando sonríe?Quizá él sabía eso cuando me vio, supongo que perdí mi equilibrio. Pienso que la peor parte de todo esto no fue perderlo a él, sino perderme a mí.

Él es único.

Me mira. Lo miro. Ambos reímos. Es algo común en nosotros. Nos reímos cada segundo. Quizás no reír a carcajadas, pero siempre que nos miramos de reojo, cuando nuestras miradas se cruzan, una sonrisa se asoma de entre sus labios, lo que hace que yo sonría también. Siempre igual. Hablamos, la mitad de veces no decimos más que tonterías, pero siempre acabamos riendo. Cuando permanecemos en silencio, es lo mejor, porque seguimos mirándonos y sonriendo. Y jamás, lo sé, jamás nadie me contagiará una sonrisa tan fácilmente como lo hace él, porque él es diferente, él es único, me hace reír tanto con sus palabras como con su silencio, y eso no es capaz de hacerlo cualquiera.
¿Por qué? Porque lo quiero. Y no hace falta que diga nada, con una simple mirada lo dice todo.

No me digas nunca que el cielo es el límite, cuando hay huellas en la luna.

Existen canciones para dos que nunca voy a entender, películas que nos hacen a llorar aunque las hayamos visto miles de veces, y amigos que se cuentan con lo dedos de una mano por los que seriamos capaces de hacer lo que hiciera falta. Existe nieve que se va a derretir antes de ser pisada, lugares que nunca podremos conocer y personas que nunca volveremos a ver. Existen recuerdos que nunca se van a ir de nuestra mente por mucho tiempo que pase, sonrisas y miradas que no vamos a olvidar, y risas de esas que duran varios minutos. Existen besos, esos cinco mejores besos que hemos y nos han dado, que sin ninguna explicación se convierten en los mas especiales por la persona con la que los compartes. Existen ojos que nunca vamos a mirar, caminos que se quedaran por recorrer y mañanas por las que merece la pena despertarse. Existen sueños que acabaremos olvidando, abrazos que por esperar el momento oportuno no hemos dado y conversaciones que no se acaban debajo de la lluvia. Pero por mas que busco, no encuentro, no existe nadie como él. No existe nadie con esos pequeños detalles que le hacen diferente, único.