sábado, 6 de abril de 2013

Seré tu cenicienta.

Me tomas o me dejas. Se que no soy perfecta y seguramente no llegare a ser como quieres que lo sea, no te subiré a tres metros sobre el cielo, no pensarás en mi todos los días, no soy tu prototipo, no lo hago lo que te gustaría que hiciera. Te haré rabiar por cada dos que te haré sonreír  actuaré como si no me importaras por mucho que me duela por dentro, pero al final te lo demostraré con uno de mis ataques de besos y abrazos, no te diré que eres lo mejor de mi vida todo el tiempo, te contestaré con un 'te quiero' de esos que son de verdad, discutiré a todas horas por cualquier tontería  estaré a punto de perderte 100 veces mas por mis paranoias, pero siempre rectificaré, entiéndeme 'nadie en mi vida llegó a ser tan importante como tú y...tengo miedo a perderte', tendré miedo 6 veces por cada hora que te marches de mi lado, llegarás a ser el único motivo de mi felicidad aunque tu no lo creas así, cuando me necesites seré el apoyo más grande que hayas tenido en tu vida, seré tu mejor amiga, dispuesta a pasar 24 horas a tu lado si hacen falta, seré la chica que te pegará una paliza si hablas mal de su chico, no pienso engañarte, e intentare no hacerte daño, pero recuerda que siempre estaré ahí solo para ti. Tómame, no me dejes nunca sola. Seré la que más te quiera.

jueves, 4 de abril de 2013

La puta manía de recordate.

¿Sabes qué es lo que más me jode de todo esto? Que no te tengo aquí. Y las cosas... se demuestran de cerca. De eso trata el cariño, de demostrarlo de cerca, porque los besos con distancia no se dan, y los abrazos con obstáculos por delante no son los mejores, que digamos. Lo mejor es cuando no existe nada que se interponga, cuando por delante sólo hay puro oxígeno que poco a poco desaparece. Cuando tienes un objetivo fijo, lo agarras y no lo sueltas por mucho que pueda pasar. Y yo me dedico a buscarte. A tenerte a dos putos centímetros de mi cara y... no sé, ¿que desaparezca este puto oxígeno y bésame ya, o no? Es lo que más me gustaría. Quererte de cerca, y quererte de verdad.

martes, 2 de abril de 2013

No sería un 'adiós' sino un 'hasta pronto'.

+ Bobaaaaaaaa.
- Bobooo. ¿cuánto tiempo, todavía te acuerdas de que existo?
+ Claro boba.
- Ah no sé, adivina no soy.
+ La verdad que no jajaja... ¿y que tal estás boba?
- [ La verdad que te he echado mucho de menos, echaba de menos nuestras conversaciones hasta las 2 ó 3 de la mañana. Nuestros piques de niños pequeños, mis celos hacia otras chicas y que me guiñaras el ojo para hacerte el chulo. Que me saques la lengua sin ninguna explicación y que al darte un beso me sonrías. Echo de menos tus abrazos y tus besos. Me gustaría tanto volver atrás y tenerte de nuevo. Echo de menos estar contigo, tus payasadas, tus manías, tus "te quiero"... me haces tanta falta.] Pues bien bobo, tirando ¿y tú?
+ [No ha habido un puto día en el que no piense en ti, todo me recuerda a ti. He caminado de la mano con otras y para mi no ha significado tanto como lo ha significado contigo. He besado otros labios ¿y la verdad? ninguna me ha besado como lo hiciste tú. Me duele verte conectada y ni si quiera hablarte, verte por la calle y ni saludarnos, ser como dos desconocidos. Te echo de menos y me haces falta.] Pues bien, me alegro boba... ¿y qué tal esos amores?
- [Desde que te fuíste nadie me ha hecho sentir tan especial como lo has hecho tú, nadie absolutamente nadie ha ocupado tu lugar y jamás lo hará.] Pues ahí van... ¿y los tuyos?
+ [Te echo de menos la verdad, y deseo volver junto a ti... pero...] Bien, bien, estoy a lio con u
na... 


lunes, 1 de abril de 2013

Aprender a tonos grises los colores.


Por dónde empezar. Cómo explicar las lágrimas que me ahogan todas las noches. Lo siento tanto. El daño que te hice, que nos hicimos.  Nunca fui de pedir perdón. Sé que ya no hay vuelta atrás pero siempre me gustó ser sincera contigo. Confesarte (aunque a destiempo) lo mucho que te quería (como odio los verbos en pasado...) No he sabido expresar esto, ni tampoco la soledad que me aprieta el pecho cada mañana al despertar. Me escondo en un mal humor heredado de mi padre, en una táctica de defensa, en un intento de creer que hubo algo más que yo para hacerme sentir a mí misma un poco mejor, escapar durante un rato de la culpa. Ójala supiera decirte que puedes confiar en mí, y ójala tú supieras creerme pese a todo. Ójala volviéramos a ser el nosotros que siempre prometimos. Completar lo que nos falta, comiéndonos a besos, y también a palabras, palabras que no sé decirte pero mis dedos se encargan de escribir. Nunca supe escribir algo triste sin llorar como tampoco supe llorar sin que se me corriera el maquillaje. Necesitaba una vía de escape. No supe darme cuenta de que mi única vía de escape siempre fuiste tú. Demasiadas verdades en forma de teclas, otras muchas entre líneas, quizá porque yo no sé expresarlas. 
Supongo que siempre supe que tú merecías a alguien mejor.