jueves, 28 de marzo de 2013

Nunca se quiere demasiado.

Llega un momento en el que empiezas a pensar y te das cuenta de todo lo que has perdido en la vida, sin poder aprovecharlo al máximo. Todas esas horas en las que no hablabais, teniéndoos el uno al otro. Y después de esto, llega la pérdida de esa persona especial, a la que sabes que echaras demasiado de menos. Pero nunca es demasiado. Nunca se quiere demasiado a alguien. Puedes quererlo, amarlo, pero no llega a ese demasiado. De la vida, he aprendido que todos necesitamos compartir todo nuestro amor con alguien. Y que ese amor no lo tienes que demostrar un día, lo tienes que demostrar siempre. También he aprendido que  la perfección no existe, ni ser "normal", ni ser raro. Son unas putas etiquetas que pone la sociedad y nosotros los aceptamos. El mundo no se va a cambiar de un día para otro, por eso hay que luchar siempre por conseguir lo que deseas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario